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El sensor Parker Metallic Wear Debris va más allá del alcance de los sensores normales de desgaste para ofrecer una resolución en línea de tamaño aún más pequeño. Con un rango de detección inigualable, el sensor proporciona un conteo de desechos para metales ferrosos y no ferrosos.

No es ningún secreto que las partículas resultan del desgaste. Es importante saber, no solo la cantidad de partículas que pasan a través de su sistema, sino también el tamaño y la composición metálica. El Metallic Wear Debris Sensor  Kittiwake de Parker va más allá de los sistemas de protección normales, lo que le permite monitorear en tiempo real y tomar medidas inmediatas ante la primera indicación de cambio, evitando así todo tipo de fallo. El sensor de desechos de desgaste metálico Kittiwake se puede montar en casi cualquier sistema de lubricación, en cualquier tipo de máquina. Mediante el uso de tecnología de bobina inductiva comprobada, combinada con algoritmos inteligentes para proporcionar un conteo de distribución de tamaño de partículas, el sensor mide los metales ferrosos y no ferrosos que resultan de los residuos de desgaste dentro del lubricante. Esto pone al usuario en control. La gravedad del problema aumenta con una escalada en la producción de partículas de residuos de desgaste más grandes. Con salidas digitales y analógicas, el sensor se puede integrar fácilmente en los sistemas de control de monitoreo de condición existentes, lo que le da al usuario el control. Ya sea para verificar el estado de la máquina o alertar sobre cambios en los patrones de desgaste, el sensor proporciona información instantánea, complementando los programas de análisis de aceite de laboratorio existentes y ayudando al usuario a tomar decisiones informadas sobre la planificación del mantenimiento.